Muchos saben lo que es un dominio web, aunque pocos conocen la importancia que tiene a la hora de crear una marca en Internet. Un dominio es un nombre único que se asigna a una página web. Por ejemplo, cuando se accede a una web de ropa o de electrodomésticos, como amazon.es, esa URL es el dominio de la página. Internet está lleno de dominios, pues son imprescindibles. No se pueden crear plataformas sin dominios propios, de ahí su importancia, pues es la mejor forma de crear un orden dentro de internet.
Un dominio sería el equivalente a la dirección de un negocio físico. Si deseamos ir a una tienda, es necesario conocer dónde está o cómo se llama. Pues lo mismo ocurre en Internet: para acceder al lugar que se desea, es necesario conocer su dirección, por lo tanto, su dominio.
Tan importante es el dominio para poder crear una marca que se ha convertido en un negocio en sí mismo. Contar con el dominio que se desea no es siempre sencillo y requiere una inversión tanto económica como de tiempo, pues conseguir un nombre adecuado a tu producto marcará la diferencia.
¿Para qué sirve un dominio web?
Para comprender para qué sirve un dominio y conocer mejor cuál es su funcionamiento, es necesario primero entender el concepto de servidores DNS. Los servidores DNS (Domain Name System en inglés) son los encargados de traducir la dirección IP del servidor en el que se aloja el dominio.
Todas las webs se encuentran alojadas en una dirección IP. Los servidores DNS convierten el nombre del dominio (es decir, el de tu marca) en una cadena numérica que permita mostrar el contenido correcto que hay en esa dirección.
En conclusión, sin la existencia de dominios, cada vez que quisiéramos buscar o acceder a una web deberíamos introducir la dirección IP en el buscador. Este proceso no sería cómodo ni sencillo de recordar, pues las direcciones IP suelen ser una serie de números muy largos que no tienen mucho sentido.
Componentes de un dominio
Un dominio de Internet es un nombre propio y único, que esta compuesto de dos partes, las cuales se detallaran continuación:
- Nombre: es el nombre que se le da a la página web. Debe estar asociado al nombre de tu marca, negocio o sector al que te dedicas.
- Extensión: es el conjunto de caracteres que se añaden después del nombre y que se separa siempre con la ayuda de un punto.
¿Qué es una extensión?
Comentamos en párrafos anteriores que el dominio era muy importante, pues el posicionamiento de tu web dependerá también de él. Pero la extensión también sería un punto clave en el éxito del dominio. Por ejemplo, la extensión a nivel mundial más conocida es .com; en España sería .es. Por lo tanto, debes elegir la extensión en función del país donde residas o de las zonas donde quieres popularizar tu producto o negocio.
Otra opción que ofrecemos desde Servidores en la Nube es la de registrar varias extensiones de dominio, lo cual favorece la protección de tu marca en Internet. Hay que tener en cuenta que con el mismo nombre puedes registrar varias extensiones. Por ello, si acaparas el mayor número de extensiones asociadas a tu dominio, menor riesgo habrá de que otras personas lo hagan y se posicionen (SEO) mejor que tú en la red.
Tipos de dominio web
En función de la extensión que se adquiera, se pueden dividir los dominios en tres grupos. Elegir la extensión adecuada será trascendental para lograr una posición correcta en internet, pues son las encargadas de darle un lugar a tu web en la búsqueda de otros usuarios.
Dominios genéricos o gTLD
Estos dominios no están asociados a ninguna zona geográfica. Por lo tanto, son los más populares y deseados por todos. Nos referimos a .com, .net, y .org. Uno de los requisitos para que se consideren gTLD es que tengan al menos tres caracteres y que sus gestiones corran a cuenta de organismos internacionales como ICANN.
Dominios territoriales o ccTLD
Se forman únicamente con dos caracteres, los cuales están relacionados con un país o una región en concreto. Son la mejor opción cuando se quiere que la web vaya asociada al país en cuestión. Ejemplos: .es, .fr, .uk, .mx, etc.
Dominios de tercer nivel
Son aquellos que pueden resultar un poco más liosos y menos comunes, pero que están para cumplir su función y suelen ser más baratos. Estos dominios, además de ser gTLD, cumplen también como dominios territoriales. Algunos ejemplos: .com.es o .com.uk.